El capital humano es el activo más importante en las empresas de nuestra era , no cabe duda de que la suma de los capitales psicológicos de las personas que trabajan en una organización influye en los resultados de la empresa y por tanto en su competitividad. Cristina Simon (decana de Psicología de IE University ) señala al respecto que existen estudios que demuestran una relación entre el nivel de capital psicológico de un profesional y su rendimiento en la empresa
El capital psicológico marca una diferencia en la forma de hacer las cosas, entonces, la selección del personal debe valorar no solo los conocimientos técnicos y expertos ( capital intelectual o saber hacer) sino las características personales (capital psicológico) entre las que podemos incluir capacidades como, las que Luthans y otros colegas proponen con base en la Psicología Positiva liderada por Martin Seligman:
*Confianza en uno mismo, se refiere a la capacidad de creer en las propias capacidades. *Autoeficacia se refiere a la sensación o autopercepción que nos mueve a emprender acciones y a invertir esfuerzos en el logro de retos.
*Optimismo, es una característica cognitiva que genera una expectativa de resultados positivos , estas, influyen en la motivación, en la perseverancia y el logro. Es necesario este optimismo y motivación para iniciar una tarea y perseverar en ella.
*Esperanza, se refiere a un estado de motivación positivo y que se manifiesta como la fuerza de voluntad para alcanzar metas y planificar la forma de lograrlas. *Resiliencia, es la capacidad para recuperarse de la adversidad, del fracaso, e incluso de acontecimientos positivos, lo que implica flexibilidad, ajuste, adaptabilidad, respuesta continua al cambio.
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