La Cultura empresarial es tremendamente importante para los resultados de la organización; es crucial que aquellas personas que trabajen en una empresa desarrollen su INTELIGENCIA CULTURAL . La inteligencia Cultural (IC), se define como un conjunto de cuatro capacidades:
1) La capacidad de diagnosticar el conjunto de creencias y supuestos que componen la cultura de una organización.
2) La capacidad de tomar conciencia de cómo cada uno de nuestros actos, comentarios, reacciones y emociones afecta la cultura.
3) La capacidad de tomar conciencia de cómo los actos, comentarios, reacciones y emociones de los demás impactan en la cultura.
4) La capacidad de influenciar positivamente, a través de diversas estrategias, en la creación de la cultura que la empresa necesita para competir con éxito en su mercado.
Muchas organizaciones invierten miles de dólares capacitando en liderazgo, pero no obtienen buenos resultados. Invierten en talleres, cursos, envían a capacitar a su personal al extranjero, pero las conductas de liderazgo no mejoran. La razón de esto es porque el liderazgo es difícil enseñarlo teóricamente, este se aprende en la práctica, se aprende viendo a otros ser lideres y sus correspondientes resultados. En muchos casos, este aprendizaje deriva de la cultura de la organización a la cual pertenece.
Para que cualquier rasgo o práctica sea aprendida este debe ser parte de la cultura organizacional, se aprende viendo y haciendo. Es importante para esto contratar ejecutivos que tengan un perfil emocional y profesional que les permita aprender y actuar de tal o cual manera, con tal o cual rasgo, capacidad, habilidad o fortaleza.
Desarrollar el liderazgo sin conocer y entender los conceptos de la cultura de la organización en que están insertos es como navegar un velero sin conocimiento de los vientos y las corrientes.
Es importantísimo conocer el concepto de Cultura, de cambio cultural y desarrollar un modelo integral y sistémico que permita entender donde encaja la variable de liderazgo en el desarrollo de una estrategia empresarial competitiva y sustentable en el largo plazo.
Conocer el concepto de “Inteligencia Cultural” (IC), es indispensable para poder tomar conciencia de cómo las conductas propias y las de los demás impactan en la cultura de la empresa.
Una vez que tenemos claro todo lo referente a la cultura Empresarial u organizacional, se desarrolla un modelo de “Gestión Estratégica” (GE) de recursos humanos. Posteriormente pasamos a desarrollar una serie de prácticas de recursos humanos y de liderazgo para cambiar la cultura organizacional de la organización a la que pertenecemos o con la cual estamos trabajando.
El concepto de “Coaching Estratégico Positivo” (CEP) es la principal estrategia para impactar la cultura organizacional y la mejora del liderazgo dentro de esta. Se trabaja proactivamente en la cultura de la organización aplicando prácticas innovadoras de recursos humanos, para crear así un compromiso sólido en la creación y transformación de la cultura idónea para los objetivos y metas de la Empresa.
El primer paso entonces es conocer la Cultura de la Empresa en la cual queremos gestionar o desarrollar. ¿Qué es la Cultura Empresarial?, la primero respuesta que asociamos con esta pregunta es: “los valores de la empresa”, pero esto visto en un nivel más amplio y profundo veremos que la cultura de la empresa u organización son los “supuestos o creencias compartidas”. Se refiere a aquellas creencias que tenemos a cerca de “la forma en que debemos “comportarnos en la organización y que no necesariamente están a un nivel conciente.
Es fundamental evaluar si estas creencias y/o supuestos perjudican o no a la empresa en sus metas y propósitos. Al develar cuales son y cómo se forma esta cultura, desarrollar la Inteligencia Cultural (IC) .
E.H.Schein, profesor del MIT, es el padre del concepto moderno de “cultura empresarial”. Hace más de 20 años planteo el concepto y hoy sus teorías son las más utilizadas por los académicos de las principales universidades, consultoras y capacitadotes. Según él, “la cultura es el conjunto de supuestos y creencias aprendidas sobre la cual las personas basan sus conductas diarias”.